Ruby Rose, la modelo y actriz de género fluido, en 2014, se hizo viral con su vídeo Break free. ”El mensaje que quería explicar a mis fans era por qué me visto como me visto o por qué soy como soy. Porque me seguían preguntando ‘¿por qué pareces un chico?’, ‘podrías ser más guapa si llevaras el pelo más largo, más maquillaje y un vestido’» explicaba Ruby en una entrevista.
El término género fluido —genderfluid en inglés— empezó a acuñarse a principios de 2000 por activistas queer, una teoría que entiende los géneros como una construcción social, una ficción cultural, que marginaliza y excluye a lo no normativo. “Son personas cuyas vivencias exceden las normas cotidianas y que tienen una mirada propia sobre su cuerpo, las relaciones que establecen y su estar en el mundo, de manera que buscan maneras habitables de poder ser y obtener reconocimiento de su entorno” dice Lucas Platero, investigador y activista LGTBIQA+ (Platero, citado en Abad, 2019).
Una persona que se identifique como género fluido, es aquella cuya identidad o expresión de género cambia entre masculino y femenino, o cae en algún punto dentro de ese espectro. «Un día me despierto y me siento más femenina, y tal vez quiera usar una blusa corta y ponerme aretes. Y luego hay momentos en los que pienso, ‘necesito mi faja (del pecho) para minimizar (la apariencia de mis senos)’, porque me siento así” Carla Hernando, persona de género fluido citada en Klein, 2022.
El origen de la fluidez de género tiene sus raíces en la noción de fluidez sexual: la idea de que existen orientaciones sexuales más allá de heterosexuales, bisexuales u homosexuales, y pueden cambiar a lo largo de la vida de una persona. Pensar que el género también podía fluir, ayudó a muchas personas que veían que no encajaban en lo que entendemos como género binario. Es decir dos categorías que se desarrollan de manera rígida en función de tu sexo asignado al nacer, y respecto al ser hombre-masculino/ mujer-femenina.
Dentro de las personas no binarias, ese espectro de identidades y expresiones de género que rechazan la asunción binaria de género, encontramos el género fluido como posibilidad junto a otras categorías: agénero (personas que no se identifican con ninguna identidad de género ni ninguna combinación de ambos), genderqueer/cuirgénero (persona que no encaja ni quiere encajar en las opciones binarias de género), bigénero (sentir las dos identidades a la vez).
Muchas veces se escucha si son o no necesarias las etiquetas, o se critica al colectivo LGTBIQA+ por la cantidad de letras que se van sumando. No sería ni siquiera un debate público, ni político, si el respeto a la diversidad fuera un hecho. Es decir, si ser o pertenecer a una comunidad, no la definieran las violencias que también les atraviesan. En el caso de las personas no binarias, la no existencia o pensar que sus necesidades son irrelevantes serían sus principales demandas. Para poder tener una vida vivible tenemos que reconocer su existencia, ya que no hacerlo, les hace más vulnerables socialmente. “Es frustrante que no te reconozcan, y que te estén constantemente cuestionando, como si fuese a tener que elegir entre un género bien (hombre o mujer). (…) Que no respeten tus pronombres y se mofen de ti por usar el vocabulario y pronombres neutros. O porque fluctúas entre géneros y ellxs no lo entiendan”. Por otro lado, el miedo a las consecuencias de ser visible es especialmente frecuente. Por lo que algunas personas no binarias pueden distanciarse de personas cercanas, dejar de lado intereses de su vida social o alejarse de actividades cotidianas para evitar respuestas de odio, tener que dar explicaciones, discutir…
El 60% de las participantes del «Estudio sobre las necesidades y demandas de las personas no binarias en España» (2022), hace passing como estrategia para protegerse de estas respuestas en la mayoría de ámbitos de su vida (laboral, educativo, familiar, relaciones sexo-afectivas, sanitario, ocio, espacios públicos). El passing o enmascaramiento son estrategias que la persona utiliza para pasar desapercibida como persona no binaria, como persona disidente de género o persona trans.
Dentro de los desafíos que se plantean las propias personas no binarias son abordar el reconocimiento y reconsiderar los modelos de registro del sexo para propósitos públicos, así como sensibilizar sobre las posibilidades de ruptura de las normas de género. “Algo realmente poderoso sucede cuando… ya no necesitas esa validación [de otros sobre tu identidad], porque estás realmente feliz con quien eres” dice Carla Hernando (cita presente en Klein 2022); y Nel añade “El género no binario será algo normal, una opción más; quizá yo no lo vea, pero si alguien llega a verlo: ‘¡Felicidades a todos, lo hemos conseguido!” (cita presente en Barahona y Ruso 2020).
Bibliografía:
Ministerio de Igualdad. Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI. (2022). Estudio sobre las necesidades y demandas de las personas no binarias en España. Gobierno de España. Accesible en: https://www.igualdad.gob.es/ministerio/dglgtbi/Documents/Estudio_no_binarios_accesibilidad.pdf
Klein, J. (2022, 27 de septiembre). Género fluido: “Ahora sé quién soy”. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-63008804
Barahona P. y Ruso, F. (2020, 5 de diciembre). Lo que ‘nosotres’ tenemos que decir. El País Semanal. https://elpais.com/elpais/2020/12/04/eps/1607072645_532834.html
Abad, M. (2019, 20 de junio). El género fluido: la identidad de una persona no depende de sus genitales. Yorokobu. https://www.yorokobu.es/genero-fluido/