¿Qué es la asexualidad?

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La asexualidad se caracteriza porque la persona no experimenta atracción sexual hacia otras personas, o bien sólo siente esta atracción sexual hacia otras personas en condiciones muy determinadas o muy raramente y de forma muy puntual en su vida.

Se trata, por tanto, de una orientación sexual (como la homosexualidad, la bisexualidad o la heterosexualidad), y así lo reivindican mayoritariamente las personas del colectivo asexual.

Las sexólogas y los sexólogos de Lasexologia.com atendemos cada vez con más frecuencia preguntas y consultas en relación a la asexualidad. Por ejemplo, hay personas que nos preguntan qué es ser asexual y qué implica, siendo frecuente que se interesen  por ello debido a que están planteándose si su propia pareja, o estas mismas personas que consultan, podrían considerarse asexuales (“¿soy asexual?”, “¿mi pareja es asexual?”).

Como hemos comentado arriba, se trataría de una orientación sexual hacia nadie, puesto que nadie atrae, las personas del espectro asexual no se experimentan sentimientos de atracción física y sexual hacia una persona concreta, no se siente un deseo de tener actividad sexual con alguien concreto por la atracción que pudiera despertar.

Las personas que no son asexuales se denominan alosexuales, y son personas que sí experimentan atracción sexual hacia otras.

Y, tras esta explicación, vienen los matices y las aclaraciones: como tantas otras cuestiones relativas a la sexualidad humana, dentro de las personas asexuales también existe una gran diversidad (¡no podía ser de otra manera!).

Las personas asexuales pueden sentir (o no) deseo sexual, excitación sexual, interés romántico o intelectual por otras personas, y a veces tienen pareja. Suele ser frecuente que experimenten en menor medida el deseo o la excitación sexual en relación a las personas alosexuales (es decir, las personas que no son asexuales). En general, suelen sentir también en menor medida interés por mantener contactos sexuales con otras personas.

Seguramente las personas asexuales experimentan, en general, menos deseo de contacto sexual, y menos excitación sexual, debido en parte a que, para ellas, las otras personas no son inductores del deseo o la excitación. Es decir, el deseo o la excitación, en todo caso, se despertará por otros motivos (ejemplo, unas caricias agradables, una fantasía…) pero no por la atracción que sienten por alguien concreto.

Algunas personas asexuales se masturban y otras no, algunas personas asexuales tienen contactos eróticos y son sexualmente activas y otras no, algunas tienen fantasías eróticas y otras no, algunas tienen pareja y otras no, algunas tienen interés en la sexualidad y otras no.

Lo que tienen en común es esa ausencia de atracción sexual hacia otras personas, sean del sexo que sean. Pero más allá de eso, las vivencias, experiencias y los modos de vida de este colectivo son muy variados.

A veces se habla del espectro asexual, donde están incluidas personas que experimentan esa ausencia de atracción sexual hacia otras en diversos grados o con sus peculiaridades propias.

Por ejemplo, se suele hablar de grisexualidad (gris-asexualidad), o personas grisexuales, para el caso de aquellas personas que sí que sienten ocasionalmente atracción sexual hacia otras, de forma puntual. Es decir, sienten que están en algún punto en un continuo donde la asexualidad sería un extremo y la alosexualidad otro.

También se suele hablar de demisexualidad para hacer referencia al hecho de sentir atracción sexual hacia otra persona solamente cuando existe un vínculo afectivo o emocional importante con esa persona concreta, de forma que en ausencia de dicho vínculo, no se siente atracción sexual hacia nadie.

Pincha aquí si quieres saber más sobre la demisexualidad.

Entre las personas que se sitúan en el espectro de la asexualidad, hay quien experimenta atracción romántica o intelectual hacia otras personas (y quien no), hay quien tiene deseo de tener pareja, o una conexión íntima y emocional con alguien que sea más que una amistad, y quien no tiene ese deseo. También hay quien desea contactos íntimos o eróticos como los abrazos, cogerse de las manos, o ciertas caricias, y quien no lo desea.

En ocasiones, se habla de asexuales arrománticos para denominar a personas que no sienten ni atracción sexual ni romántica por otras, de asexuales heterorrománticos si sienten atracción romántica (pero no sexual) por el sexo opuesto, y homorrománticos cuando la atracción romántica es hacia el mismo sexo.

 

Algunos datos sobre la asexualidad:

Las personas pertenecientes al espectro asexual pueden ser mujeres, hombres y personas no binarias. Cabe señalar que, en general, los hombres mencionan sentirse peor, debido a las expectativas y la presión social al respecto.

Hay estudios que estiman que el 1% de la población se considera asexual, por ejemplo, cabe citar el artículo publicado al respecto por Anthony Bogaert, basado en una encuesta desarrollada en Reino Unido con más de 18.000 personas (Boagert, 2004).

Diversas encuestas indican también una importante presencia del colectivo LGBTQ+ y personas no binarias en el colectivo asexual. Por ejemplo, según los datos de un censo desarrollado por la Asexual Community de España (ACEs) en el 2019 entre sus miembros, encontramos que el 64,3% son mujeres, el 20,2% hombres, y el 15,5% personas no binarias y otros.

También parece existir un porcentaje de población trans en el colectivo del espectro asexual, por citar un dato, un 2,87% de las personas asexuales son personas trans según los resultados de las encuestas de AVENes desde 2011 a principios de 2015.

Estos son datos generales, pero no se puede hablar de unas “características concretas de la persona asexual”. Personas asexuales hay muchas, todas diferentes, y cada persona, sea asexual o no, es peculiar, única e irrepetible.

En cuanto a la presencia de distintos tipos o matices en el espectro asexual, cabe citar por ejemplo, los datos de la encuesta AVENes del año 2017, que encontró que, dentro del colectivo se identificaba como asexual completamente el 50,3%, el 21,9% se consideraba cercano a la demisexualidad, un 24% grisexuales, y un 3,8 se incluía en otras categorías dentro de la asexualidad.

 

La asexualidad no es…

Cabe señalar que la asexualidad no es una elección ni una opción. Es algo que tiene que ver con una vivencia de la persona, en este caso, la falta de atracción sexual hacia otras personas. Por eso se habla hoy en día de una orientación sexual.

Las personas asexuales no son “antisexuales” (no es que estén en contra de las relaciones sexuales o les parezcan mal las distintas expresiones de la sexualidad). Es frecuente que la asexualidad se asocie con el celibato, o la abstinencia sexual, sin embargo, tanto el celibato como la abstinencia responden a decisiones que se toman en la vida erótica y tienen que ver más “con lo que se hace” que con lo que se siente. Una persona célibe puede sentir atracción sexual, por ejemplo, pero decidir no mantener relaciones eróticas por el motivo que sea.

Una persona asexual no siente esa atracción erótica por otras, mantenga o no relaciones sexuales.

 

¿Es la asexualidad un problema sexual?

Como sexóloga, pienso que la asexualidad es una muestra más de la enorme diversidad y riqueza que presenta la sexualidad humana. Hay personas que experimentan atracción sexual por muchas otras, con mucha frecuencia e intensidad. Por tanto, ¿por qué no habrían de existir también personas que presentan escasa o nula atracción sexual por otras?.

En el pasado, las personas asexuales han sido patologizadas con bastante frecuencia, en muchos casos se les atribuía alguna disfunción sexual, como el deseo sexual hipoactivo (o bajo deseo sexual), o la aversión al sexo. Se partía de la base de que su condición no era normal, y se buscaban traumas, problemas psicológicos, sexológicos o físicos (hormonales, por ejemplo), que justificaran su nula o escasa atracción sexual hacia otros.

Debido en gran parte al activismo y visibilización de muchas personas asexuales, la forma en que se aborda hoy en día la cuestión está cambiando, también por parte de las profesionales y los profesionales, sexólogas y sexólogos incluidos. Se están iniciando interesantes debates y reflexiones al respecto, en foros de activistas pero también en foros profesionales y sexológicos, algo necesario de cara a ofrecer la mejor atención sexológica a estas personas, y de cara a mejorar también nuestra comprensión de la sexualidad humana en su conjunto.

Muchas personas plantean que no sufren por el hecho de ser asexuales. Que se han sentido así desde siempre, que no sienten que “les falte nada”, y que lo que les genera malestar es la presión social o, en su caso, las dificultades para gestionar en pareja su condición de asexuales. Muchas de estas personas comentan que disfrutan de muchos placeres en su vida, siendo el goce erótico o el placer sexual algo a lo que no dan excesiva importancia en muchos casos.

Es preciso señalar que vivimos en una sociedad que nos presiona para vivir nuestra sexualidad de determinada manera: en el contexto de una pareja, que debe ser heterosexual (y, a ser posible, con cuerpos que sigan cánones de belleza normativos, y sin diversidad funcional o discapacidad). Dicha pareja debe mantener relaciones coitales (o, como mínimo, genitales) frecuentemente (siendo el resto de prácticas eróticas consideradas “de segunda categoría”, sin valor, o tabú). En este modelo también se espera que las personas sientan un deseo frecuente de realizar prácticas coitales, y se exciten y tengan orgasmos fácilmente con dichas prácticas.

Sabemos que no todo el mundo encaja en esta forma de vivir la sexualidad.

Cabría, entonces, preguntarse si las posibles dificultades de estas personas con la sexualidad tienen que ver con un verdadero malestar interno, o con las presiones por adaptarse a un tipo de sexualidad normativo y rígido, estandarizado e inmutable al que deba ajustarse todo el mundo por igual.

¿Quiere esto decir que cualquier persona con un bajo deseo erótico, que le cause insatisfacción, deba asumirlo sin más? No, para empezar, bajo deseo erótico no es lo mismo que escasa o nula atracción sexual hacia otros. Son cuestiones diferentes y no siempre correlacionan.

Recordemos: lo que caracteriza a la asexualidad es la baja o nula atracción sexual hacia otras personas. Por tanto, la asexualidad no es en sí un problema de deseo sexual (aunque esa falta de atracción, como hemos comentado, sí que pueda influir a veces en el deseo sexual).

 

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La asexualidad tampoco es un problema de excitación sexual, las personas asexuales pueden excitarse, tener orgasmos, o eyacular, y sus genitales pueden erectarse o lubricar.

Si hay deseo sexual, en el caso de las personas asexuales, no está dirigido hacia alguien concreto. Y si hay excitación, es una respuesta fisiológica a estímulos sexuales, no producto de la atracción hacia alguien.

En la consulta de sexología se puede analizar cada caso con detenimiento, valorando y teniendo en cuenta también las vivencias de la persona, su historia con la sexualidad, su sentir al respecto, sus circunstancias afectivas, los posibles factores que puedan influir en el deseo (o la excitación), y sus posibles planes de vida, entre otras cuestiones, de cara a orientar a cada persona de la mejor manera posible.

 

La vida sexual y afectiva de las personas asexuales.

Puede parecer contradictorio hablar de la vida sexual de las personas asexuales. Pero, como ya hemos aclarado, las vivencias y situaciones en este colectivo son enormemente diversas.

Algunos ejemplos: hay ocasiones en las que una persona asexual decide tener contactos eróticos para complacer a su pareja, o porque le satisface ver el placer de la otra parte. También puede ser que inicie los contactos sin deseo y, tras algunas caricias o prácticas, se excite y disfrute del encuentro. También es posible que inicie algunos contactos sexuales por deseo tras haber fantaseado. O puede mantener ciertas conductas de masturbación a solas en determinadas ocasiones. Incluso, en el caso de las parejas formadas por una mujer y un hombre, la persona asexual puede decidir mantener coitos buscando un embarazo. También hay algunas personas asexuales que disfrutan de la parte no genital de los encuentros, los besos, abrazos, caricias, toqueteos… en definitiva, una gran variedad de situaciones.

Suele ser fundamental una comunicación sincera y asertiva en la pareja, hablar con confianza sobre las preferencias y gustos, negociar y pactar ciertas partes de la vida erótica siendo conscientes de las peculiaridades de cada integrante de la pareja, ser respetuosos con los límites propios y de la otra persona.

Y en lo que respecta a la vida de pareja, hay personas en el espectro de la asexualidad interesadas en tener pareja y otras que no lo están, algo que, por cierto, puede ir fluyendo y cambiando a lo largo del ciclo vital, al igual que sucede con las personas alosexuales.

Las personas asexuales a veces tienen parejas que son también asexuales, y a veces tienen parejas que son alosexuales (es decir, personas que no son asexuales). También pueden mantener relaciones poliamorosas, relaciones abiertas, o cualquier otra fórmula relacional. Y por supuesto, pueden elegir no mantener ningún tipo de pareja en absoluto.

 

¿Por qué acuden a la consulta de sexología las personas asexuales?

Hay varios motivos por los que una persona del espectro asexual puede acudir a la consulta de la sexóloga o el sexólogo. A continuación, enumeramos algunos:

  • En el caso de las personas con pareja: las personas asexuales y sus parejas es frecuente que acudan por dificultades en las relaciones sexuales, temiendo la ruptura o tratando de evitar ciertos desencuentros. Una de las personas que componen la pareja sí que puede sentir atracción sexual y no sentirse correspondida en este aspecto. En algunos casos se confunde con la falta de deseo (ya hemos comentado más arriba que no es lo mismo, aunque, según como se gestione, sí que puede tener relación).

 

  • Lo anterior también es aplicable a las personas que mantienen algún otro tipo de relación (como las relaciones poliamorosas), en estos casos se suele consultar para obtener orientación en relación a la gestión de la sexualidad con las otras personas.

 

  • En el caso de las personas que no tienen pareja ni otro tipo de relación, hay ocasiones en las que acuden a consulta porque, en cierta medida, se identifican como asexuales, y quieren aprender a conocerse y gestionarse, ya que notan que no les atrae nadie y se sienten diferentes al resto. También a veces desean encontrar pareja y se plantean cómo tratarlo con la pareja, o se preguntan si sería conveniente “salir del armario”.

 

  • “¿Mi pareja es asexual?”. Mención aparte merecen las consultas que a veces recibimos las sexólogas y sexólogos por parte de personas que catalogan a su pareja como “asexual”, cuando en realidad lo que sucede es que la pareja muestra un bajo deseo erótico, a veces debido a problemas en la relación de pareja, o a que sus relaciones sexuales no le resultan satisfactorias, por ejemplo.

 

Si tienes dificultades, problemas o insatisfacciones a nivel sexual, relacionados con este tema o con otros, no dudes en consultarnos.

Lasexologia.com es un centro sexológico, situado en Madrid, formado por sexólogas y sexólogos, y especializado en la orientación, el apoyo y la terapia a personas con problemas sexuales o afectivos. Si deseas más información, contacta con nuestro centro.

 

Bibliografía y webgrafía del post:

Bogaert, Anthony. (2004). Asexuality: Prevalence and Associated Factors in a National Probability Sample. Journal of sex research. 41. 279-87. 10.1080/00224490409552235.

La cara B de la Visibilidad ¿Asexualfobia? (Artículo escrito para El Principe Lila, publicado). Web de Martina González Veiga. 2016

Aprendiendo sobre Asexualidad (Entrevista de Ana Belén Carmona a Martina González). Web del Instituto Universitario de Sexología de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Madrid, 2020.

Web de AVEN (The Asexual Visibility and Education Network), en español: Red para la educación y la visibilidad de la asexualidad (AVENes) >> https://es.asexuality.org/

Web de ACEs (Asexual Community España) >> https://somosaces.tumblr.com/

Web de Associació Catalana d’Asexuals (Asociación Catalana de Asexualidad)>> https://asexualitat.cat/es/

Datos de la Encuesta AVENes (Red para la Educación y la visibilidad de la Asexualidad), año 2017.

Datos del Censo Asexual (The Asexual Census) The Asexual Census las encuestas AVENes (Red para la Educación y la visibilidad de la Asexualidad), en español, desde 2011 a principios de 2015.

The Asexual Census (datos completos), desarrollado por la AVEN (The Asexual Visibility and Education Network) en diversos años (de 2014 a 2020) >> https://asexualcensus.wordpress.com/

 

Imagen by Kinga Cichewicz in Unsplash

 

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