1. ¿Qué es la eyaculación retardada?
Aunque es algo de lo que no se habla mucho, lo cierto es que no es infrecuente que los hombres (o sus parejas) consulten a las sexólogas y los sexólogos por un tiempo de eyaculación que consideran excesivo. Suelen consultar porque las penetraciones (u otras prácticas de estimulación genital) se alargan en el tiempo, ocasionando que ellos mismos, o sus parejas, se cansen o comiencen a sentir molestias.
Se conoce como “eyaculación retardada”, pero a veces también se la denomina “eyaculación tardía”, o “problemas por un tiempo de eyaculación que se considera excesivo”. En los casos en los que la eyaculación no logra producirse, se habla de aneyaculación, ausencia de eyaculación, o incapacidad eyaculatoria.
Los hombres con esta dificultad suelen sentir cierto grado de excitación y placer, pero no es suficiente para desencadenar el orgasmo.
La dificultad para eyacular se suele presentar principalmente en la penetración, se calcula que un 85% de estos hombres pueden eyacular sin problemas con la masturbación y un 50% también eyacula con estimulación oral o manual de la pareja (Masters y Johnson, 1966).
2. ¿Existe un tiempo determinado para hablar de eyaculación retardada?
Muchas sexólogas y sexólogos no hablan de un tiempo concreto. Hay que tener en cuenta que cada hombre es diferente, y en caso de que haya pareja, cada pareja lo es también. Hay hombres que tardan en eyacular 30 minutos desde que inician la penetración y están satisfechos y sus parejas también, por sus gustos particulares, por cómo son sus relaciones eróticas (posiblemente alternen la penetración con otras relaciones), o por cómo gestionan los tiempos de eyaculación de él, etc. Otros hombres con ese mismo tiempo están insatisfechos y sus parejas también.
Los hombres que tienen tiempos de 45 minutos o más, o que nunca eyaculan, suelen ser los que se muestran más insatisfechos, así como sus parejas.
En definitiva, es la insatisfacción lo que define principalmente que el hombre padezca un problema sexual o no, más que el tiempo concreto.
3. ¿Es frecuente o es una dificultad erótica muy poco corriente?
Por aportar algunos datos, la American Urologial Association, calcula que un 4% de los hombres padece esta dificultad erótica. La mayoría de los estudios sitúan su incidencia entre el 4 y el 11% de la población (Sarquella, Vilches, Palma, 2014). Incluso algunos estudios la sitúan en el 18% (Ballester y Gil, 1995).
En nuestro centro de sexología, Lasexologia.com, hemos notado un claro aumento de consultas sobre esta dificultad erótica de 15 años para acá, aunque ese aumento puede deberse a que hay más hombres con esta dificultad o a que los hombres con esta dificultad son los mismos pero ahora sienten menos vergüenza a la hora de buscar ayuda para mejorar su vida erótica.
4. ¿A qué especialista se debe consultar?
Si el hombre no eyacula nunca, ni en la masturbación a solas, ni en la masturbación compartida, ni en la penetración, ni en ninguna práctica erótica, lo idóneo sería que acudiera al urólogo en primer lugar, para descartar una patología orgánica como causa del problema.
Si el hombre eyacula sin problemas a solas, pero tiene dificultades en pareja, muy probablemente la causa sea psicológica o relacional, y nuestro consejo sería que visitara a la sexóloga o al sexólogo.
No es infrecuente que se trabaje en coordinación, es decir, que distintos profesionales (de la medicina, la urología, la sexología…) evalúen desde sus distintas áreas a la persona, para ofrecer una mejor atención de forma conjunta.
5. ¿Cómo afecta la eyaculación retardada a la calidad de la relación erótica?
Cada caso es distinto, pero por ofrecer algunas claves generales, hay que tener en cuenta que algunas penetraciones se alargan 30 minutos o 45, o incluso más, sin que el hombre haya llegado a eyacular. Esto puede causar en algunas parejas (tanto en las heterosexuales como en las homosexuales) cansancio, aburrimiento, o incluso molestias que pueden llegar a ser importantes.
Cuando el problema continúa en el tiempo y se presenta en prácticamente todas las relaciones sexuales, a veces se traduce en falta de deseo de la pareja, falta de deseo del propio hombre, que se siente frustrado y angustiado por su dificultad para llegar al orgasmo, y que también teme la imagen que pueda dar a su pareja, lo que pueda pensar la otra persona o cómo reaccione. Incluso en algunos hombres se acaban presentando problemas con la erección, si se encuentran muy preocupados y estresados por la ausencia de eyaculación. Y a veces puede derivar en desencuentros con la pareja.
6. ¿Cómo suelen reaccionar las parejas de los hombres con esta dificultad?
Las parejas, sean mujeres o sean otros hombres, suelen reaccionar peor cuando relacionan la falta de eyaculación, o las dificultades de eyaculación de su pareja, con un escaso deseo hacia su persona.
Es decir, si la pareja de este hombre al que le cuesta eyacular, atribuye esa dificultad a que su pareja no la encuentra atractiva o excitante, o a que le aburre la vida erótica que tienen en común, a que no le gusta su cuerpo… suele reaccionar de forma negativa, le afecta a la autoestima y se muestra menos comprensiva con los tiempos de eyaculación de su pareja.
Hay que señalar que en muchas ocasiones las dificultades de eyaculación de los hombres NO están producidas por una falta de atracción o deseo hacia su pareja. Cuando el problema no es la atracción ni el deseo, y esto queda claro para ambos miembros de la pareja (a veces con ayuda profesional), el problema se resuelve mucho más fácilmente.
7. ¿Cuáles suelen ser las causas físicas?
Ciertos fármacos puede retrasar la eyaculación o incluso impedirla (antidepresivos, antihipertensores, antipsicóticos, etc.). Por ejemplo, se calcula que las personas que están tomando ciertos antidepresivos (ISRS) o antipsicóticos, presentan alteraciones en la eyaculación en el 50% de los casos (Sarquella, Vilches, Palma, 2014). Por ello es importante ver qué fármacos está tomando la persona y sus posibles efectos secundarios.
También ciertas enfermedades crónicas (como la diabetes, la esclerosis múltiple…), lesiones en la médula espinal, cirugías genitales (de próstata, por ejemplo), traumatismos, accidentes cerebrovasculares, trastornos hormonales, el abuso de alcohol o drogas… pueden originar dificultades con la eyaculación, entre otros factores físicos.
Cabe señalar que con el aumento de la edad, también suele aumentar el tiempo necesario para eyacular.
8. ¿Suele tener una causa psicológica o sexológica?
Es lo más frecuente. Algunos hombres a los que les cuesta eyacular en las relaciones de penetración están excesivamente pendientes del placer de su pareja, de la posible imagen que puedan dar, incluso del temor a no eyacular, y todo ello dificulta el que se abandonen, se exciten y eyaculen.
En otros casos, algunos hombres que no tienen dificultades para eyacular a solas, en pareja, al acoplar sus movimientos, el tipo de estimulación y el ritmo de dicha estimulación a la pareja, logran disfrutar pero les falta un plus de excitación para lograr el orgasmo. Ambas causas se pueden dar por separado o conjuntamente.
9. ¿Qué consejos se podrían ofrecer a las parejas con esta dificultad?
En caso de que haya pareja, es fundamental el diálogo con la pareja. Si el hombre encuentra atractiva a su pareja y esa no es la causa para su dificultad para eyacular, debe exponérselo claramente. Cuando las personas que componen una pareja entienden las motivaciones y causas del comportamiento de la otra parte, es mucho más sencillo que las dificultades se aborden con serenidad, asertividad y paciencia.
Suele ser útil no obcecarse en que el hombre con esta dificultad llegue al orgasmo a toda costa, hay relaciones que pueden darse con excitación y placer de él y asumir que puede no llegar al orgasmo en alguna ocasión. También es útil no centrarlo todo en la penetración y realizar prácticas como estimulación manual (por parte de la pareja o de él mismo), sexo oral, caricias y masajes, etc.
10. ¿Cómo se suele abordar en la consulta de sexología?
En primer lugar se realiza una evaluación para clarificar las causas de la eyaculación tardía y de la insatisfacción de la pareja.
Si las causas son psicológicas o sexológicas, frecuentemente se abordan ofreciendo pautas para la mejora de la vida sexual en la pareja estable o con las parejas ocasionales.
Generalmente, se ofrecen claves para mejorar la excitación y el abandono en los encuentros eróticos y que el ritmo, la estimulación, y los movimientos se adapten a los que el hombre necesita para logra el orgasmo, procurando que esto se traduzca además en una mejora de la relación con la pareja.
También se favorece que las relaciones eróticas no se reduzcan a la penetración, sino que el abanico de técnicas eróticas se amplíe. Y se trabaja para mejorar la autoestima del hombre, su imagen como varón y como amante capaz, como forma también de facilitar el ir relajado y confiado a los encuentros, y por tanto, de lograr el orgasmo.
Si hay pareja, siempre se intenta trabajar con la pareja como un sistema, como un equipo, para lograr los mejores resultados.
Lasexologia.com es un centro sexológico, situado en Madrid, formado por sexólogas y sexólogos, y especializado en la orientación, el apoyo y la terapia a personas con problemas sexuales o afectivos. Si deseas más información, contacta con nosotros.
Bibliografía y Webgrafía del post
American Urologial Association (2019). Washington, E.U. Recuperado de: https://www.auanet.org/
Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría
Ballester, R y Gil, M.A (1995). Estudio Epidemiológico Sobre la Prevalencia de Disfunciones Sexuales en la Comunidad Valenciana. Psicothema. Vol. 7, nº 1, p. 95-104
Cabello, F. (2010). Manual de sexología y terapia sexual. Madrid: Editorial Síntesis
Corty, E. W. y Guardiani, J.M. (2008). Canadian and American sex therapists’ Perceptions of normal and abnormal ejaculatory latencies: How long should intercourse last? Journal of Sexual Medicine, 5 (5), 1251-1256
Cueto, M.A. (2006). Sexo en la pareja. Madrid: Biblioteca Nueva
Masters, W.H. y Johnson, V.E. (1966). Human Sexual Inadequacy, Little, Brown
Sarquella, J., Roberto, P. y Palma, C. (2014). Trastornos de la Eyaculación. Revista Médica Clínica Las Condes. Vol. 25, número 1. P. 129-237