MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA (MGF)
Sexualidad y salud
La sexualidad tiene que ver con los genitales y con la capacidad reproductiva, pero, por supuesto, también tiene que ver con todo el cuerpo, con las relaciones personales, de pareja y amorosas, con los sentimientos y los afectos, con la búsqueda y el disfrute del contacto físico, con la autoestima, con la imagen que tengamos de nuestro cuerpo, con los papeles asignados a mujeres y hombres, con la propia identidad como hombre o como mujer, con las habilidades para relacionarse con otras personas, con las sensaciones, con las emociones…
La salud sexual es mucho más que no tener enfermedades. La salud sexual es sentirse bien como mujer o como hombre, es sentir que las relaciones (afectivas y sexuales) te proporcionan bienestar. Por eso es preciso que cada persona aprenda a conocer sus genitales y su cuerpo, y su manera de sentir, gozar y amar, que aprenda a aceptarse y gustarse lo más posible, y que aprenda a vivir su sexualidad del modo que le resulte más satisfactorio, que le permita ser feliz.
Vivir la sexualidad no es sólo vivir los coitos. Un coito es sólo una de las muchas maneras que tenemos los seres humanos de expresar nuestra sexualidad, pero existen otras muchas, como: las caricias, los abrazos, los besos, los masajes, la masturbación (a solas o compartida con la pareja), las caricias con la boca o lengua en los genitales (sexo oral)… Conviene no olvidarlo, la sexualidad se expresa de muchas maneras. El coito es sólo una entre otras muchas, y no necesariamente es la más importante.
HABLAMOS DE TODAS LAS SEXUALIDADES
La sexualidad de la mujer y la sexualidad del hombre son igualmente importantes. Todos y todas tenemos derecho a recibir información sexual y a que las relaciones sexuales resulten satisfactorias y placenteras. Naturalmente, es fundamental que se respeten nuestros derechos sexuales y reproductivos.